martes, 24 de noviembre de 2009

Sandro de América

La leyenda sobrevive
Por Víctor A. Vargas Silva

Se sabe de la devoción que los argentinos sienten por sus ídolos: Carlos Gardel, Goyeneche, Charly Garcia, Evita, Maradona. En este grupo está también Roberto Sánchez. ¿Quién es ese? se preguntará Ud. Nada menos que Sandro de América, el gitano, un artista que revolucionó la industria a fines de los sesenta y que cambió para siempre el perfil de los cantantes románticos de la hermana república Argentina.

Hoy, con 69 años, Sandro fue sometido a un doble trasplante de corazón y pulmones del que, según informan medios argentinos, se recupera satisfactoriamente, a tal punto que manifestó sus ganas de "salir a bailar".

Las nuevas generaciones se preguntarán el porqué de tanto revuelo por este caballero que fumaba cuatro paquetes diarios de cigarrillos y que vive encerrado en su mansión protegida por muros de tres metros de alto en Banfield, a media hora del centro de Buenos Aires.

Rompiendo las reglas

Sandro no quizo ser un artista cualquiera. Fue uno de los iniciadores del rock en español y también uno de los primeros en cambiarse a la música popular, por lo que se ganó el desprecio de intelectuales y rockeros de la época. Por esos años todas las tendencias musicales eran islas sin puentes que las conectara: los tangeros, los folck, alternativos o jazzistas manifestaban tantas diferencias como las hinchadas de Boca y River. Pero el gitano no supo de límites y destrozó las barreras fusionando ritmos tan variados como la balada, el bolero y el rock and roll.

La fama fue tan grande como el rechazo de los grupos más conservadores a sus movimientos pélvicos y desenfrenados, los que provocaban a las chicas que lanzaban al escenario sus bombachas (calzones) y a gritar sin parar durante sus presentaciones. Estuvo prohibido en TV y por mucho tiempo fue considerado un "grasa", es decir, un ordinario, un flaite.

Pero las marcas del Elvis argentino son impresionantes: su single "Rosa Rosa" ha vendido 15 millones de copias sólo en Argentina; fue el primer artista latino en presentarse en el Madison Square Garden, en Nueva York; protagonizó 15 películas y, luego de su presentación en un famoso recinto de Buenos Aires dedicado al Boxeo, este lugar se transformó en el escenario más apetecido de América para los artistas: el hoy mítico Luna Park.


Sandro "el eléctrico" en el festival de Viña del mar de 1975
El mito

Por el contrario de muchos artistas famosos, Sandro nunca ventiló su vida privada. Nunca dio entrevistas en su mansión, donde vive recluido hace más de 10 años y de donde sale muy pocas veces para actuar o para alguna entrevista. Esto alimentó una serie de rumores que van desde un supuesto secuestro (denunciado por una de sus amantes) hasta varias versiones de su muerte.

Consultado sobre este punto el artista ha dicho que Sandro es un personaje, y que el prefiere a Roberto, el hombre normal y hogareño. Son muchos los que se han matado por una exclusiva en su casa, pero él solo permitió, una vez, a una reportera entrar 3 metros a un pequeño estar en el jardín donde finalmente le dio una entrevista de 8 minutos.

Desde mediados de los ochentas, su figura fue rescatada por las nuevas generaciones de músicos argentinos del llamado "rock latino". Se editaron discos de tributo, conciertos de gala y hasta un reconocimiento del Gobierno, que le entregó la Mención de Honor Senador Domingo Faustino Sarmiento.
Fumador desde los 10 años, "el gitano" se pelea con la muerte en una clínica de Mendoza y sus seguidores hacen vigilia esperando los resultados. Solo quieren verlo bien y, ojalá, que vuelva a cantar. Sin embargo, todos los medios concuerdan que Roberto Sánchez volverá a su mansión, para seguir alimentando su ya inmenso mito.

Sandro de América, Pájaro Verde está contigo: ¡Fuerza!

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