martes, 10 de noviembre de 2009

Comentario de TV: Elisa y el nuevo horario para ver teleseries

Por Víctor A. Vargas S.
Se supo la verdad en …¿y dónde está Elisa? Los malos pagaron sus culpas pero ya era demasiado tarde…el crimen ya estaba consumado y todos nosotros condenados a pedir más, adictos, ya sin remedio, a esos 40 minutos de adrenalina. El rating on-line peack de 57 puntos que alcanzó en su último capítulo confirmó la tendencia demostrada por las anteriores producciones (Alguien te mira; El señor de la Querencia) y establece con claridad el nicho que comienza a explorarse en 2004 con “Ídolos” de Alejandro Cabrera, que alcanzó la no despreciable cifra de 16,2 puntos de rating.

Si bien hay quienes critican el formato y los temas que allí se tratan, parece aprobada por la población esta nueva forma de entretención nocturna que incluye sexo, drogas, intrigas, engaños y mucha sangre. El horario permite jugar más al límite lo que produce buenas actuaciones y no las meras maquetas de personajes que inundan la franja de las 20:00 horas, aparte de instalar algo de picardía al debate matinal respectivo: Gays casados, chicas libertinas que se encaman con sus cuñados, psicópatas, crímenes, impotencias, infidelidades...mucho mejor que opinar si está bien o no que la heroína siliconada le dé un beso o no al galán de turno. La teleserie nocturna permite desarrollar la locura de congeniar la nobleza y la bajeza del ser humano, que es donde se dan los mejores conflictos.

Los otros canales intentaron reaccionar pero en general prefirieron “esquivar” una competencia directa que, sabían, no les sería favorable. Canal 13 propuso para la guerra el reality 1910 que es, en definitiva, un bodrio. Aún así, el fuerte de este producto del canal católico estaba cuando competía directamente con el reality Pelotón que TVN ubicó luego de la teleserie alcanzando ambos rondar los 30 puntos.

Chilevisión le hizo solo unas pequeñas olas al canal público con sus programas El Baile y El Club de la Comedia, que lograron algunos puntos y atención de los medios. De Mega no hay mucho, solo el nuevo estelar conducido por Luis Jara, que se ríe de sí mismo por tratar de mermar la audiencia del culebrón. El consuelo lo tiene en el trasnoche donde Kike Morandé, sus chicas y los chistes de Che Copete siguen causando furor.

Aunque cueste creerlo, es la política lo que sacude los viejos estándares de programación de los canales abiertos. Sendos programas de debate se están emitiendo en horarios prime, aunque según importancia ocupan la primera o segunda franja. No es raro ver, entonces, a los candidatos vociferando sus buenas intenciones en formatos cada vez más flexibles, donde la gracia radica en cuanta mala se tiran frente a las cámaras. Sangre e intrigas después de todo.

¿Porqué Elisa tuvo tanto éxito? Mientras los especialistas se esfuerzan por elaborar portentosas teorías sociológicas, yo firmo que todo es más simple: Un buen guión, donde Pablo Illanes contó básicamente buenas historias, un buen nivel de producción, buen casting y actuaciones hicieron de esta teleserie un fenómeno. Será interesante el ingreso a la cancha de las otras estaciones (canal 13 y Chilevisión) que preparan productos para competir en este apetecido nicho. Muchos esperamos creatividad y visión. Ojalá no inventen otro reality o programa de baile…¡por favor algo donde no haya que votar! Aprender la lección parece ser la consigna...ojalá no nos fallen.



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